XI

Karma y dolor para el amor.
Entonces, en un cielo estrepitosamente negroso y catastróficamente nuboso comenzaron a llover las lágrimas que me he guardado hasta el día de hoy; y los valles de mi imaginación se rebasaron en dolor, en pena, en agonía, en sufrimiento.
Tú no te das cuenta de lo que provocas en otros. Tu mano que todo consuela puede llegar a ahorcar el cuello de la agonía y provocar falsos latidos de vida ¡Me matas! Me matas con cada día que transcurre, con cada segundo sin verte. Para eso escribo. Escribo porque siento que con cada texto me acerco a cinco centímetros de tu corazón, lo rozo, lo miro y me vuelvo a alejar hasta volver a escribir y volver a acercar a ti. En PISAGUA murió la flor que me dio la vida. En PISAGUA nació el olvido, sembró la pena y cosechó la muerte. Y si en este día he de morir… (Un «balazo» suena fuerte en la sala. Mientras el cuerpo del hombre va cayendo en cámara lenta, su rostro desconcertado observa su mano empuñando el arma. Su mano lo ha traicionado)
EL TELÓN SE CIERRA. NADIE APLAUDE, NADIE LANZA ROSAS ROJAS, NADIE HABLA, NADIE RESPIRA. ~FIN

#lacolademierda
#EmiliaQueer

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